VIAJE A ITALIA (I): TURIN Y MUSEO EGIPCIO

               ¿A quién no le gusta viajar? Este año he estado demasiado ocupada para plantearme un viaje largo, pero esta escapadita ahora que las cosas empiezan a asentarse me ha sentado genial. La excusa era visitar una amiga, que ha sido por lo que me decantara por volver a Italia en vez de elegir un nuevo destino, pero este maravilloso país con su cultura y buena comida tiene tanto que ofrecer y tanto que merece la pena ver, qué ¿Quién no quiere volver a Italia?

                La ruta empezó por Turín, que es donde vive mi amiga Estrella. Allí pasamos más tiempo disfrutando de su compañía, y la de su familia, que conociendo la ciudad, sin embargo sí que tuvimos tiempo para pasear por las amplias avenidas del centro, cubiertas con soportales que recuerdan un poco a París, así recorrimos la piazza San Carlos, con sus dos iglesias gemelas al fondo, San Carlos y Santa Cristina, hasta llegar por la Via Roma a la Piazza Castello, el centro de la ciudad, donde se encuentra el Palazzo Madama, una curiosa construcción, en parte monasterio medieval y con una fachada barroca. En la Piazza también encontramos el Palacio Real, que contiene varios museos, entre ellos la Biblioteca Real, la Galería Sabauda y la Armeria Real.

                Siguiendo la ruta, justo detrás del Palacio Real se encuentran sus jardines, hoy día un parque público donde aún pueden verse restos de las antiguas murallas de la ciudad, y también la catedral de Turín, el Duomo di San Giovani, mayormente conocida por ser el lugar donde se encuentra la Sabana Santa – solo expuesta cada ciertos años y realmente difícil de ver, aunque en su lugar hay una réplica por si hay alguien interesado.

  

También tuvimos la oportunidad de entrar en el Museo Egipcio de Turín, el segundo museo dedicado a la cultura egipcia más importante del mundo (después de El Cairo) y he de reconocer que sí que merece la pena una visita, salas y más salas con artefactos, estatuas, papiros y por supuesto, momias y sarcófagos, todo ello perfectamente ordenado cronológicamente y con explicaciones en Italiano e Inglés. Si los idiomas no son lo tuyo, no hay problema, con la entrada (15€ en 2016) te ofrecen una audioguía en tu idioma en la que puedes elegir qué clase de visita te gustaría hacer, una básica donde pasas por los elementos más importantes de cada sala y que te lleva unos 60 minutos, o una más completa donde tienes la opción de explorar todos los rincones del museo, en unas 3 horas. Cualquiera interesado en la cultura egipcia debería visitar este museo.

 Para terminar, destacaría de Turín su elemento más característico, la Mole Antonelliana, un edificio construido para ser una sinagoga, que al parecer no gustó demasiado para este fin y acabo convirtiéndose en el símbolo de la ciudad. En su interior se encuentra el museo del cine, y también se puede subir en ascensor hasta la torre donde se aprecian unas vistas excelentes de la ciudad. Aunque para vistas, mejor cruzar el rio Po hacia el Monte dei Cappuccini y poder contemplar Turín en todo su esplendor,  con el rio a tus pies y la Mole incluida en la foto, ¡Perfecto!

           Turín es una ciudad de las que me gustan, pequeña, pero que tiene de todo, cultura e historia, tiene bastante vida y mueve mucho turismo, sin el agobio de las grandes ciudades. En definitiva, un lugar para visitar y para volver, ya que ¡Aún me queda tanto por ver!

En los próximos días continuo mi viaje a Italia con Florencia y Milán. Si quieres preguntar algo sobre este viaje o necesitas ayuda para organizar el tuyo, no dudes en preguntar.    

Y tú, ¿Has visitado Turín? ¿Qué recomendarías visitar de esta ciudad? ¿Qué ciudades de Italia consideras imprescindibles para visitar?