Cuando empecé a interesarme en el mundo de la belleza y los cosméticos, me
di cuenta de que mis gastos en
maquillaje y demás potingues aumentaban hasta límites insospechados. No voy a
negar que me asusté un poco, pero lleva un tiempo de prueba y error hasta que
descubres cuales son los productos que te gustan, los que te van bien y en los
que merece la pena invertir.
En un principio, todo es nuevo y bonito, y claro, no lo tienes en tu
colección y todo el mundo dice que lo necesitas para vivir… Si hay algo que
saben hacer las youtubers y bloggers es despertarte el ansia viva De repente te
encuentras buscando algo que en la vida pensaste que pudieras necesitar y sin
embargo ahora no puedes pasar ni un día más sin ello.
Al tiempo, esta ansia consumista
pasa. En mayor o menor grado. Una vez que tienes una inmensa colección de
bases de maquillaje, coloretes para maquillar toda tu ciudad y pintalabios para
regalar a toda tu familia durante las próximas (¿10?) navidades, ya no te
llaman tanto la atención las nuevas colecciones que van saliendo.
Es decir, los 100 nuevos labiales de Urban Decay seguro que son geniales, y
tal vez en un futuro pecaré con alguno, pero antes de comprar algo ahora, nos
vienen preguntas a la cabeza ¿De verdad ese tono de labial nude no es el mismo que ya tenía (al menos tres veces)? ¿Ese nuevo
primer va a ser mejor que los 7 que tengo ya en uso? ¿No necesitaría tener al
menos 10 ojos para gastar todos los correctores que tengo? Y muchas otras por
el estilo.
Te vuelves selectiva. Investigas más antes de invertir en un
producto. En mi caso, he llegado a la conclusión de que solo voy a intentar comprar
(cuando lo necesite) productos de alta gama, en los que gastaré más pero solo
tendré uno de cada, que usaré – a diferencia de ahora que tengo 5 abiertos de
cada y me cuesta horrores gastarlos.
Por supuesto, esto es una idea encantadora, pero en cuanto vuelva a tener
dinero en mi bolsillo y pase por delante de un Boots… todas mis intenciones se quedarán ahí. Que me conozco. Y es
que el mundo blog de belleza es una amplia ventana a todos los colores,
texturas y olores que, reconozcámoslo, necesitamos
para vivir.
¿Qué tal llevas la locura consumista? ¿Hay algún producto que te vuelva
loca? ¿Algún truco para ser potiadicta
y ahorrar?
O.o Cuantos pintalabios dices que tienes? En serio? Me vas a tener que poner al día en este mundilo que yo solo tengo uno. Snifff. Pero mi vena consumista es el mundo de los libros. Que sigo comprando a pesar de que con la niña no leo na de na
ResponderEliminarBesos
Pues... la ultima vez que los conté eran menos de 100... jejeje Yo sigo consumiendo libros también, pero confieso que mi presupuesto de potis es el que se lleva la palma. Poco a poco pondré información por aquí sobre todo lo que he ido aprendiendo, una vez que te dejas llevar, es un mundo fascinante! :D
ResponderEliminarJajajaja, a mi me pasa con las cremas y demás, pero intento controlarlo y a veces me pongo metas tipo "hasta que no acabe esta crema no compro ni una más" ¡y cumplo!, aún así tengo un montón de cosas, la verdad (por cierto, me matas de envidia con Boots, anda que he pasado yo tiempo cusioseando cada vez que he estado en UK)
ResponderEliminarLos libros no cuentan, los libros son imprescindibles y nunca hay gasto superfluo... pero me he hecho de una biblioteca municipal y oye, mano de santo para ahorrar en bestsellers.
Ciao!