POR QUÉ NO DEBERÍAS INTENTAR HACERLO TODO

      Estamos tan obsesionados con estar ocupados, que a veces nos olvidamos de vivir. Hace tiempo que vengo dándole vueltas a una entrada así, ya que soy la primera que peco de esto: Intento hacerlo todo, y me olvido de disfrutar de lo que está a mi alrededor. Si tú también tienes esta sensación en ocasiones, ¡Quédate y lo comentamos!

     
      Tengo que reconocer que disfruto si estoy liada con cosas. Cuanto más larga sea mi lista de tareas, mucho mejor, y me encanta cuando voy tachando cada cosa que hago, ya sea en lo laboral, o personal. Pero ¿Cuándo algo así se convierte en demasiado? Últimamente he estado pensado bastante en que solo tenemos una vida, ¿De verdad que quiero pasarla entre listas de tareas?

      Por eso se me viene a la mente la frase: No tienes por qué hacerlo todo. ¿Cuántas de esas tareas son cosas que realmente hay que hacer, y cuales otras se pueden retrasar o eliminar? Siempre quiero responder a cada email, llevar al día todo el trabajo y proyectos, ayudar a todo el que me lo pida, viajar a todos lados, leer mi interminable lista de pendientes, ver cada nueva película y serie que sale, además de estar ahí para mi pareja, familia, amigos… En algún momento, no se puede. Por muy disciplinada que seas, no hay suficiente tiempo en el día para todo.

      Deja de intentar hacerlo todo. Simplemente, no lo hagas. No intentes ser tan perfecta, ni que tu vida sea tan de fotos de Instagram. Tan solo, haz que tus días cuenten, disfruta de los pequeños momentos, de la gente que te haga feliz, y tus ratos a solas también. Lucha contra los hombres grises (si has leído Momo, sabrás a lo que me refiero, si no has leído Momo ¿A qué esperas?) y no dejes que la rutina, obligaciones y todo lo que nos mantiene liados, se adueñe de tu vida.

Algunas ideas…

• Presta atención: A las pequeñas cosas que hay en tu vida, a todo lo que sí que haces, a los momentos tranquilos en los que tan solo estas mirando por una ventana en silencio, o paseando con la mente en tu propio mundo. Esos momentos de evasión, son necesarios.
• Sin piedad: Que es otra manera de aprender a decir NO. Y no significa que tengamos que ir fastidiando a todo el mundo, negando todo, pero cuando algo sea demasiado, simplemente di que no. No se puede hacer feliz a todo el mundo, y lo importante es que empieces contigo.
• Date por satisfecho: Siempre vamos a querer hacer más, leer más, ir a más sitios… y nunca nos contentamos con lo que sí que podemos hacer. Aprende a ser feliz con lo que se elige hacer, en vez de ponerte a pensar en todo lo que se podría hacer.
• No estás en control: Por muchos planes que tengas, hay imprevistos que ocurren y lo desordenan todo. Deja espacio para la improvisación y no te agobies si los planes no salen como lo planeabas.
• Ser imperfecto es lo perfecto: Si queremos perfección, lo único que conseguimos es frustrarnos. No pasa nada por salón desordenado, y si tardas un día más en responder ese email el mundo seguirá girando.

      Por supuesto, esta entrada no piensa en ser la solución a ningún problema, tan solo darte algunas ideas para que pienses y reflexiones sobre tu vida, sobre lo que haces y lo que no haces, y si hay algo que está ahí y no te convence, o te molesta ¡No te cortes! Si alguien puede cambiarlo, eres tú.

¿Qué te parecen estas ideas? 

¿También eres de las que intenta hacerlo todo?